Nunca sabes que papel tendrá una persona en tu vida, puede ser quela conozcas de toda la vida o simplemente te la cruces en un momento determinado.
En mi caso solo vi a esapersona durante un tiempo, ni siquiera éramos amigos tan solo conocidos. Había cosas que me asombraban de su personalidad, de su forma de pensar.
Comprendí cuanto había cambiado mi mundo cuando ya apenas tenia contacto con él. De un día para otro, no llegamos a despedirnos.,ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que lo vi. Hay días en que alguna palabra o algún gesto me hace recordar como era y ver como soy yo ahora.
Algunas veces pienso que habrá sido de su vida, que le a deparado el destino. Quizás algún día volvamos a encontrarnos o quizás no.
A todo esto, quiero agradecer a todas las personas que he conocido a lo largo de mi vida que gracias a ellos me han hecho crecer como ser humano y ser quien soy.
Tomando medicación, así es como empieza su día. Pastillas para esto, para lo otro, algunas ni siquiera sabe para que son. Prepara el desayuno sin tener apetito, rutina simplemente.
Hoy sabe que es un día especial, mira el calendario colgado en la pared. Setiembre se lee en mayúsculas, hoy es día 2 se dice para sí misma, Felicidades Ángela hoy cumples 80 años.
Mira a su alrededor, se ven muebles antiguos pero bien conservados, todo impecable pero sin fotografías de nadie. No tiene familia, ni amigos que se acuerden de ella. Hoy no recibirá más felicitaciones que las suyas propias. Eso la mata por dentro, esa soledad que con los años ha ido creciendo hasta apoderarse de su vida. Al recordar los años en que era una persona querida, y amada hace que las lágrimas salgan sin previo aviso. Las lágrimas van acompañadas de sollozos, el hormigueo empieza enel brazo izquierdo, sabe que pasa. Se levantalo más rápido posible y va hacia su pastillero donde tiene las pastillas que pueden hacer que ese dolor desaparezca. Los pinchazos en el pecho le siguen al hormigueo. Al coger la cajita de medicamentosse le resbala de las manos y cae al suelo abriéndose y esparciendo su contenido por suelo. Estira el brazo debajo del sofá donde ha visto que ha caído la pastilla roja que la salvará. Los pinchazos incrementan su intensidad y pierde el equilibrio, cae al suelo retorciéndose de dolor. A los pocos segundos su corazón de 8 décadas deja de latir.
El cuerpo de Ángela yacerá en el suelo hasta que su olor sea perceptible para los vecinos. Nadie la echará de menos. Ni hijos, amigos ni siquiera los vecinos. Ella sabía que eso pasaría, así que cuando su vida se vio sumergida en la soledad, empezó a escribir un libro. Hacia ya 5 años que lo había terminado y al finalizarlo se citó con un notario donde escribiría su testamentocon un único benefactor, su libro. Sería publicado con todo el dinero que sacaran de sus bienes una vez ella ya no estuviera con vida.
Seis meses después, una veinteañera se acerca a su librería habitual para comprar alguna novelapara sus noches de lectura. Al entrar le llama la atención un cartel donde sale la foto de una anciana con una belleza particular para la aparente edad de la mujer. No había oído hablar nunca de Ángela Santos, ni que fuera una escritora bastante conocida por lo que representaba el tamaño del cartel donde había su cara. Se acerca a la estantería para ojear el libro escrito por esa mujer. Es un libro grande de más de 500 páginas, Compañera Soledad se titula.Al leerlo se queda desconcertada, así que decide leer la contra portada para ver de que se trata:
Todo o nada,
negro o gris,
sueños rotos,
heridas sangrantes,
oscuridad sincera,
vida esperanzada.
Toda mi vida empezó con estas mismas palabras y al final acabó sin ninguna. Pero lo que me aportó cada una de estas, fue clave para mi fin.
La chica al leer aquello se quedó sin saber exactamente como sería ese libro, pero aquellas palabras incrementaron su inquietud y quería saber que tipo de vida había llevado esa mujer llamada Ángela, así que lo compró.
Por fin consiguió lo que hacia mucho tiempo quería, que alguien supiera de su existencia.
Quemas mis venas como el fuego, sonrío cada instante en que te siento. Solo duras un instante, un segundo de vida. La locura se desata ante mi , sin poder controlarme. Mi mente llega a un nivel que nunca antes había alcanzado, pero ese nivel realmente no existe, solo la he engañado para que crea que está ahí.
En unas horas volveré a necesitar esa sensación, será tan grande que seré capaz de hacer cosas inhumanas y tan solo me dará otro instante de placer,que cada vez se hará más necesario como la propia vida.
Un día como otro cualquiera me encuentro tirada en una calle, sin vida, con una aguja clavada en el brazo. Demasiado. Esta vez no a podido ser, has podido tú antes que yo contigo.
Quitabas la vida sin darte cuenta, sin pensar en las consecuencias que tendrían tus actos. Lo que nunca te pudiste imaginar es que alguien te parara los pies, aunque eso le supusiera la muerte.
Seguramente leerás esta carta sentado en tu celda, agotando las últimas horas que te quedan de vida. No puedo decir que no te lo merezcas,que no debas pagar por tus pecados y que debas enfrentarte a ello totalmente solo.
Antes si que tenías a alguien que sintiera amor por ti, pero antes de convertirte en quien eres ahora.
Pase muchos años amándote más que nadie en este mundo, pero después de ver tu verdadera personalidad solo puede sentir odio y repulsión.
Intenta explicar lo ocurrido, le resulta difícil parar el llanto pero al final se calma un poco y empieza a comentarmelo.
-Hace dos días vino Pol a tu casa, pero como no te encontró te quería dejar una nota, y yo estaba por esas casualidades subiendo las escaleras, cuando lo vi aquí parado.
- ¿Te ocurre algo?- le pregunté.
- Me dijo que no, que te estaba buscando pero que sabía que estabas de viaje, que te quería dejar un mensaje. Lo vi un poco desanimado, cansado, así que le ofrecí que fuéramos a tomar un té en el bar de la esquina.
Lo iba contando lentamente, entre sollozos. Yo no dejaba de darle vueltas a la situación," ¿Porque lloraba, porque estaba así?". Para saberlo tenía que acabar de oír la historia.
-Bajamos y mientras tomábamos el té-seguía contando- me comentó lo que había pasado antes de que te marcharas y el porqué se tomo tan mal la contestación que le diste.
- Ya…me lo supongo-contesto.
Ella sin dejar de mirarme como una madre regañándome sigue contando lo ocurrido.
- Bueno a eso que salimos de allí, el pobre ya estaba más animado después de que habláramos y eso, yo le dije que iba a casa a empezar a hacer la comida. Nos despedimos y el se dirigió a coger el coche que lo había aparcado donde siempre.- me explica cerrando los ojos, pensando las palabras con las que decirme algo delicado.
-En ese instante paso un chico con un coche a toda velocidad y se lo llevo por delante- dice tan rápido como si no pudiera volver a decirlo otra vez.
Yo abro los ojos como platos horrorizada por lo que me esta contando.
-¿Como esta?¿ Como esta?- Le pregunto mientras la zarandeo.
-¿Como esta?-grito insistentemente al ver que no me contesta.
Ella no contesta, solo llora y niega con la cabeza agachada.
-Vino una ambulancia lo más rápido que pudo… Pero, fue demasiado tarde.-contesta como si con cada palabra que sale de boca le agujerearan el estomago.
-¡¡NOOOO!! –grito con toda la fuerza que puedo mientras me caigo de rodillas al suelo y las lagrimas caen solas sin cesar por mis mejillas.
- No pudieron hacer nada por el al llegar al hospital. El chico se lo llevo por delante dándole un fuerte golpe en la cabeza- explica con la serenidad que puede después de haberme soltado la noticia.
-¿Por qué, por qué? –pregunto.
Mi vecina en ese momento esta más calmada que antes, ya estaba, ya había acabado de contar la historia, mi historia.
La vecina me a dado una nota que Pol me había dejado ese mismo día. Me siento en el sofá y con las lágrimas aún húmedas recorriendo mis mejillas decido leerla.
Tony,
En estos días que no has estado aquí me he dado cuenta de que por más que lo intente no puedo dejar de quererte, no puedo. Que quiero estar contigo siempre, pero que hay veces que me pregunto si tú también me quieres o solo soy un juguete para ti. Ya se que para ti estos temas son un poco delicados porque no te gusta hablar de ello. Pero yo necesito saberlo. Así que cuando estés por aquí quiero que quedemos y lo hablemos, ¿de acuerdo?
Te quiero y te hecho de menos,
Pol
"Yo también te quiero", me asombro de que esas palabras salgan de mi boca, nunca en mi vida había sentido esto, pero ya es demasiado tarde para decírselo.
